Tratamiento de ortodoncia temprana y frenos para niños

Marietta, Cumming y Kennesaw

El momento adecuado para un chequeo de ortodoncia: No más tarde de los 7 años

Aunque la mayoría de la gente sabe que nunca es demasiado tarde para empezar el cuidado ortodóntico, la mayoría no se da cuenta de lo importante que puede ser la evaluación temprana! La Asociación Americana de Ortodoncistas está de acuerdo en que los niños deben tener una evaluación inicial a los 7 años. ¿Por qué pregunta, es tan importante la evaluación temprana y el posible tratamiento?

La evaluación ortodóntica a una edad temprana puede beneficiar a los niños de múltiples maneras, pero hay que tener en cuenta que la evaluación temprana no siempre va seguida de un tratamiento temprano. Si se necesita una intervención ortodóntica, ésta es una forma de controlar el patrón de crecimiento de su hijo hasta que llegue el momento de comenzar su tratamiento. Esto permite que el plan de tratamiento obtenga los mejores resultados de la manera más eficiente y ayude a prevenir futuros problemas.

Todos los niños se desarrollan de manera diferente, pero en la mayoría de los niños las muelas adultas comenzarán a surgir alrededor de los seis años. En este punto, podemos evaluar la alineación básica de los dientes, y también puede ser posible determinar si hay espacio adecuado en la boca para todos los dientes permanentes. Si no lo hay, se puede desarrollar un plan de acción.

Cuando el tratamiento temprano es mejor

Aunque la mayoría de los tratamientos ortodónticos comienzan alrededor de los 9-14 años de edad, hay algunas afecciones que son mucho más fáciles de tratar si se detectan a una edad temprana. Esto permite que el tratamiento trabaje con el proceso de crecimiento natural del niño.

Una mordida cruzada grave, o una condición en la que los dientes superiores se cierran dentro de los inferiores, es un ejemplo de una condición en la que un tratamiento temprano puede ser beneficioso. Se puede utilizar un dispositivo llamado expansor palatino para ensanchar la mandíbula superior. Este tratamiento es especialmente eficaz cuando la mandíbula no se ha desarrollado completamente. Si el problema no se trata a una edad temprana, esto podría llevar a un tratamiento mucho más complicado, o incluso a una cirugía oral.

Apiñamiento severo en otro ejemplo de un problema que puede beneficiarse de un plan de tratamiento temprano. Cuando las mandíbulas son demasiado pequeñas para permitir todos los dientes permanentes, se puede recomendar una expansión palatina o una extracción de dientes. Esto ayudará a permitir que los dientes adultos emerjan de debajo de las encías o (hagan erupción) correctamente. Si se requiriera el uso de frenos más tarde, el tiempo de tratamiento normalmente será más corto y menos complicado.

Otros ejemplos de afecciones que se benefician de una intervención temprana son los dientes salientes y una submordida grave. Los dientes salientes pueden ser más propensos a astillarse y fracturarse, mientras que la submordida severa es causada por la mandíbula inferior que crece mucho más que la mandíbula superior. Ambas condiciones pueden causar problemas con la confianza del niño. La intervención temprana puede incluir aparatos de ortodoncia, como frenos o auriculares, y corregir con éxito estos problemas a una edad temprana mientras el niño se desarrolla. Esto también aumenta las posibilidades de que la cirugía pueda evitarse más adelante.

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Corregir los malos hábitos

Hay algunas situaciones en las que un niño puede haber adquirido un mal hábito que está afectando el desarrollo y la función de sus dientes, mandíbulas o boca. Chuparse el dedo persistentemente, respirar por la boca o incluso empujar la lengua pueden ser ejemplos de un mal hábito que se ha desarrollado con el tiempo.

La succión es un reflejo natural en los niños pequeños, sin embargo, normalmente desaparece entre los 2 y 4 años. Si este hábito continúa mucho más tarde, la presión causada por esta acción puede hacer que los dientes se separen y que la mandíbula cambie de forma. Esto también puede provocar un problema ortodóntico conocido como "mordida abierta", que puede perjudicar el habla del niño. Las mordeduras abiertas también son causadas por el empuje de la lengua, o por empujar la lengua hacia adelante contra los dientes.

Otra condición que existe es la respiración bucal, o un patrón de respiración anormal donde la boca siempre permanece abierta. Esto permite que el aire pase directamente a los pulmones y está relacionado con alteraciones en la función muscular de la cara e incluso de la lengua. La respiración bucal puede conducir a graves problemas ortodónticos como, por ejemplo, hacer que la mandíbula superior e inferior crezca de forma anormal. La respiración bucal puede comenzar con una dificultad física; sin embargo, puede convertirse rápidamente en un hábito difícil de romper.

La buena noticia es que hay varios tratamientos de ortodoncia disponibles para ayudar a corregir estos hábitos parafuncionales (perjudiciales para la salud). Cuanto antes se evalúen y se desarrolle un plan de tratamiento, menos daño es probable que causen. Estos problemas potenciales pueden ser difíciles de reconocer, lo cual es otra razón por la que debe programar una evaluación ortodóntica temprana para su hijo.

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